Ángeles, seres celestiales de pura luz y virtud, mensajeros divinos entre el cielo y la tierra. Encarnan la esencia de la bondad, la guía espiritual y la protección eterna. Su presencia etérea inspira reverencia y asombro en quienes buscan la trascendencia y el conocimiento superior.
De acuerdo a los mensajes que he recibido por parte de los ángeles, ellos nos ven como seres perfectos pues ven nuestra esencia, nuestra alma y ésta es perfecta por ser parte de Dios o, mejor, ser esa parte de Dios en nosotros.
Los ángeles llegan con un mensaje que busca que tú, si eres madre, recuerdes la importancia de cuidarte a ti misma para que de esa manera puedas continuar desarrollando tu labor de la mejor forma posible. A continuación, compartimos algunos consejos…
De acuerdo a lo que los ángeles me han enseñado, lo importante es que sea lo que hagamos en nuestras vidas tengamos como objetivo primordial el ofrecer un servicio a los demás y no sea solamente con un fin egoísta de sobresalir o ganar solamente nosotros, pues es en ese momento cuando no estamos cumpliendo con nuestra misión divina.
Nadie es demasiado joven ni demasiado viejo para establecer una comunicación con los ángeles, pero sí tal vez demasiado serio. Eliminemos de nuestras vidas toda seriedad innecesaria y toda preocupación innecesaria. Ellos pueden ayudarnos a hacerlo.
Glorioso Ángel de la Guarda, mi bello ser Celestial, espíritu puro y bienaventurado que con tu luz divina y tu constante presencia iluminas los senderos que he de atravesar, te suplico apartes de mí toda tentación y peligro, y en los pasos angostos, retorcidos y tortuosos, mantén firme mi esperanza, mantén siempre mi fe…
Los Ángeles existen para glorificar a Dios. Son entidades celestiales que como función más importante tienen ser el nexo, la comunicación entre lo humano y la divinidad. El nombre de ángel deriva del latín Ángelus y del griego Angelos, significando Mensajero de Dios. En hebreo se dice מֵלְאָךְ, que también significa mensajero.
