La astrología ofrece una lente única para analizar eventos históricos y políticos significativos. En el caso del declive del régimen de Bashar al-Assad, la confluencia de aspectos planetarios complejos invita a reflexionar sobre la interconexión entre los patrones cósmicos y los eventos terrestres. A través de los ciclos de Júpiter, Saturno y la rara conjunción Kirón-Eris, se despliega un marco simbólico que arroja luz sobre la situación actual en Siria y sus profundas implicaciones.
Ciclos planetarios y el declive del régimen de Bashar al-Assad
Desde una perspectiva astrológica, los ciclos de Júpiter y Saturno están estrechamente vinculados con cambios importantes en el liderazgo y las estructuras de poder.
La cuadratura actual entre estos dos gigantes del sistema solar, exacta por segunda vez el 24 de diciembre de 2024, marca un momento de tensión y ajuste. Este aspecto, que también estuvo presente en agosto del mismo año y culminará en junio de 2025, se suma a la energía de transformación que afecta tanto a individuos como a sistemas políticos.
En el caso de Bashar al-Assad, esta cuadratura reactiva posiciones clave en su carta natal, especialmente considerando que su ascenso al poder en el año 2000 coincidió con una conjunción Júpiter-Saturno.
En ese momento, Júpiter transitaba por Géminis, marcando el inicio de un ciclo que ahora se encuentra en su fase final, dos ciclos completos después. Este contexto subraya la relevancia de estos tránsitos no solo para el destino personal de Assad, también para las dinámicas más amplias en Siria.
Marte retrógrado y la oposición a Plutón: un catalizador de eventos
Otro elemento crucial es la oposición entre Marte retrógrado en Leo y Plutón en Acuario, que ocurre en los albores de esta fase de cambio.
Marte, asociado con la acción, la guerra y el conflicto, adquiere una energía introspectiva y disruptiva al estacionarse retrógrado. Por su parte, Plutón, el planeta de la transformación profunda y el poder, intensifica su influencia en Acuario, un signo relacionado con la revolución y el cambio colectivo.
Este enfrentamiento celeste simboliza una pugna entre las fuerzas del control y el deseo de liberación, un tema recurrente en la historia reciente de Siria.
Aunque no se dispone de la hora exacta de nacimiento de Bashar al-Assad, es probable que este tránsito impacte ángulos importantes de su carta natal, amplificando los efectos de los tránsitos actuales y destacando el simbolismo de un liderazgo que enfrenta su mayor desafío hasta la fecha.
La conjunción Kirón-Eris: un espejo de heridas colectivas
Quizá el elemento más fascinante de esta configuración astrológica sea la conjunción Kirón-Eris, que se forma en Aries durante los próximos años.
Este fenómeno, que no ocurría desde 1970-1973, coincide con el inicio del régimen de Hafez al-Assad, padre de Bashar. Ahora, en un eco cósmico, esta configuración reaparece en el contexto de la posible caída del actual mandatario.
Kirón, conocido como el sanador herido, simboliza la exposición de traumas profundos que requieren atención y resolución. Eris, por otro lado, representa la discordia y el caos, trayendo a la superficie tensiones latentes que desafían el orden establecido. Juntos, estos dos cuerpos celestes sugieren un momento de confrontación con heridas colectivas, como la crisis de los refugiados sirios y las profundas divisiones dentro de la sociedad.
En el ámbito global, esta conjunción resalta temas relacionados con la migración y la integración, aspectos que han sido un punto álgido en los últimos años. En particular, la situación de los refugiados sirios en Europa y Turquía adquiere un significado renovado bajo este tránsito, sugiriendo un llamado a la acción para abordar estas problemáticas de manera constructiva.
Un eco cósmico de ascenso y caída
La repetición de la conjunción Kirón-Eris en los albores del ascenso y la caída del régimen Assad ilustra cómo los ciclos celestiales pueden servir como un espejo de los patrones humanos. Este intervalo de aproximadamente 50-51 años no solo marca un cambio en el liderazgo, sino también una oportunidad para reconocer y sanar las heridas colectivas que han definido la historia reciente de Siria.
El contexto astrológico invita a reflexionar sobre las implicaciones más amplias de este cambio. Así como la conjunción de 1970 marcó el inicio de una dictadura duradera, la configuración actual podría simbolizar el inicio de un nuevo capítulo, aunque lleno de desafíos. La clave estará en cómo se aborden las tensiones subyacentes, tanto a nivel nacional como global, para construir un futuro más equitativo y sostenible.
Conclusión: lecciones de los cielos
En definitiva, la historia de Bashar al-Assad y el régimen sirio, tal como se refleja en los tránsitos astrológicos actuales, es un recordatorio poderoso de la interconexión entre los ciclos celestiales y las dinámicas humanas.
Aunque la astrología no pretende predecir eventos con precisión, ofrece un marco simbólico para comprender los patrones de cambio y transformación que definen nuestra experiencia colectiva.
En este momento crítico, es vital reconocer las lecciones de los ciclos pasados y trabajar hacia una resolución constructiva de las heridas que persisten. La caída de un régimen puede ser solo el comienzo de un proceso más profundo de sanación y renovación, tanto para Siria como para el mundo en general.
Con información de Astrología Arquetípica – Cristina Laird