Los efectos de un buen desayuno pueden durar durante todo el día, combatir la fatiga, mejorar tu estado de ánimo, funcionamiento cerebral, favoreciendo la resolución de problemas y por supuesto cargarte de nutrientes que fortalezcan tu sistema inmunológico.
Estos alimentos pueden ayudarte a tener más energía cada mañana y elevar tus defensas
Un desayuno energético no tiene que ser complicado y tampoco significa alimentos de alto costo. ¿Qué debes incluir?
Especialistas en nutrición recomiendan proteínas saludables, algunos carbohidratos de digestión lenta y frutas o verduras de temporada con vitaminas, minerales y antioxidantes. Aquí unas opciones:
La avena
Los cereales y panes integrales con alto contenido de fibra pueden ayudar a mantener el nivel de azúcar en la sangre en equilibrio y evitar un colapso energético a media mañana. El cereal de salvado, las hojuelas de salvado y la avena cortada en acero suelen ser las apuestas más saludables, recomienda la Harvard Medical School.
Los huevos
Los huevos tienen proteína de alta calidad –casi la mitad se encuentra en la yema–. Además proporcionan colina, así como cantidades variables de vitaminas B necesarias para la producción de energía en el cuerpo, como tiamina, riboflavina, ácido fólico, B12 y B6. Una carga de nutrientes a bajo costo con múltiples beneficios a la salud.
El aguacate
El aguacate ha sido reconocido por sus ácidos grasos monoinsaturados que ayudan a reducir niveles de colesterol “malo” (LDL).
También como una fuente de vitaminas, como la E que es un gran antioxidante, vitamina C y vitamina B6. Además aporta minerales como el potasio, indispensable para funcionamiento nervioso y muscular. Puedes acompañar tus huevos y tostadas con unas rodajas de aguacate.
La banana
Los plátanos son nutritivos, son fuente de vitamina B6, fibra, potasio, magnesio, vitamina C, y manganeso. Un plátano maduro proporciona más energía en forma de azúcar, en comparación con un plátano verde.
Una porción, o un plátano maduro medio, proporciona alrededor de 110 calorías, 0 gramos de grasa, 1 gramo de proteína, 28 gramos de carbohidratos, 15 gramos de azúcar (natural), 3 gramos de fibra y 450 mg de potasio.
Las almendras
Las almendras aportan proteínas, vitamina E, biotina, calcio, fósforo, magnesio (ayuda a combatir la fatiga muscular), fibra y grasas buenas. También son antioxidantes, con tienen flavonoides, esteroles vegetales y ácidos fenólicos. Como merienda, en licuados, con yogur, cereal y frutas.
La sandía
Las sandias son frutas con gran contenido en agua y poco azúcar lo que nos ayuda a mantenernos hidratados, y como beneficio extra, estas frutas también nos aportan vitamina C.
Además destaca su contenido en carotenoides como el licopeno (a lo que se debe su color rojo). El licopeno es un poderoso antioxidante que puede ayudar a proteger a las células para que estas no sufran daño.
Las semillas de chía y linaza
Las semillas de linaza, chía, cáñamo, sésamo, entre muchas otras, son ricas en fibra, proteínas y omega-3, vitaminas, minerales y antioxidantes.
La chía por ejemplo, también contiene calcio, magnesio y fósforo. Su contenido de ácido alfa-linolénico y fibra se han relacionado con un mejor control de azúcar en la sangre después de una comida.
Polen de abeja
El polen de abeja es el polvo que las abejas recogen de las flores y transportan en sus patas de vuelta a la colmena para alimentar a la colonia.
Este polvo puede aportarte energía gracias a su contenido de vitaminas B, aminoácidos y un antioxidante llamado rutina que es clave para apoyar los vasos sanguíneos sanos, mejorar la circulación y combatir la inflamación.
También aporta vitamina D, E, K, A y colina. Entre los minerales que contiene están el fósforo, calcio, potasio, yodo, zinc, cobre, magnesio y selenio.