El profesor de investigación del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC) y experto en biotecnología de los alimentos, Francisco Tomás Barberán, destacó el pasado lunes en su discurso de investidura como Académico de Número de l Academia de Ciencias de Murcia que la granada, el cacao y el vino se han revelado como «medicinas naturales» contra la obesidad y las enfermedades cardiovasculares».
Alimentos contra la obesidad — Vino, granada y cacao
«Todas las enfermedades comienza en el aparato digestivo». Con esta reflexión d Hipócrates, Tomás Barberán, inició su discurso de investidura, en el que destacó que «pronto podremos convertir a un obeso en delgado gracias a trasplantes de flora intestinal», según informaron fuentes de Orión en un comunicado.
Bajo el título La microbiota intestinal modula el efecto en la salud de componentes de la dieta, el nuevo académico desarrolló el sorprendente papel que juegan los polifenol (antioxidantes) presentes en las frutas y las hortalizas en la composición de la flora intestinal humana y en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, inflamatorias neurodegenerativas y hasta oncológicas.
«A partir de la primera decena del siglo XXI se empieza a poner de manifiesto la extraordinaria complejidad de la microbiota que coloniza el aparato digestivo de los humanos, que está compuesta por una centena de trillones de bacterias que conviven con nosotros, lo que supone que entre uno y dos kilos de nuestro peso corporal se deba a microorganismos que residen principalmente en nuestro aparato digestivo», explicó.
Microbioma intestinal
Estos microorganismos «proporcionan cien veces más genes, conocido como el microbioma intestinal, que nuestro propio genoma, lo que indica la relevancia que tienen desde el punto de vista metabólico y en relación con enfermedades como la diabetes tipo 2, la obesidad, el cáncer de colon e incluso el Parkinson», explicó el profesor de investigación del CEBAS en su acto de toma de posesión, que se celebró en el Aula de Cajamurcia de Murcia.
Dentro de esa correlación recientemente descubierta, Barberán remarcó que «los hábitos alimentarios ejercen un gran efecto sobre el crecimiento de determinados microorganismos en nuestro intestino y los polifenoles, constituyentes por antonomas de los alimentos vegetales, ejercen un papel relevante en la colonización y el mantenimiento de la microbiota intestinal».
En concreto, Barberán destacó que «las últimas investigaciones confirman que los alimentos que contienen taninos, como la granada, los arándanos, el cacao, el vino o el verde, poseen un efecto modulador de la flora intestinal al hacer crecer las bacterias ‘buenas’, como los Lactobacilos, frente a las bacterias nocivas que están detrás del desarrollo de la obesidad o de problemas cardiovasculares».
La granda, producto estrella
Precisamente los polifenoles de la granada, un fruto tan frecuente en la Región de Murcia, han sido objeto de gran parte de los estudios que ha llevado a cabo este experto en tecnología de los alimentos.
«La granada es un producto estrella en este potencial que poseen los antioxidantes vegetales en la modulación de nuestra flora intestinal», destaca.
Además de todas las virtudes nutricionales que ya conocíamos de esta fruta, recientemente hemos descubierto que los polifenoles de la granada son transformados por las bacterias ‘buenas’ en moléculas anti-inflamatorias, que actúan como medicamentos naturales a las personas que padecen enfermedades que cursan con inflamación gastrointestinal o vascular.
¿Cuál es el paso siguiente en este campo de investigación?
El nuevo académico adelantó que en su área, los alimentos vegetales, los científicos se centran actualmente en «el estudio de la interacción entre los polifenoles y los microoganismos intestinales para averiguar hasta dónde son capaces de influir en nuestra salud.
Para la comunidad científica mundial volcada en este área de conocimiento, el gran paso ahora es estudiar los efectos en humanos.
Es posible que en poco tiempo se pueda convertir a un obeso un individuo delgado gracias a trasplantes de microbiota intestinal; de hecho, a esta posibilidad se están dedicando muchos investigadores de Europa y Estados Unidos».
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