Alcance Astrológico de la Transición en Venezuela

Alcance Astrológico de la Transición en Venezuela, InfoMistico.com

Cuando se viven momentos de transición en materia política o social, no percibimos claramente este proceso; años después, cuando hemos salido de la situación, podemos tener idea más clara y ver en perspectiva, todo lo que configura una transición.

Júpiter y Saturno marcan las energías

La relación de los planetas Júpiter y Saturno marcan las energías que se relacionan con la construcción de nuevas estructuras políticas, así como también de su derrumbe, y de las etapas de transición.

Una vez que Júpiter y Saturno se encuentran en un mismo signo y se unen, forman una “conjunción”, y en ese momento estamos asistiendo a la instauración de un nuevo modelo, y cerrando el ciclo de una transición.

Veamos algunos momentos claves en la historia de Venezuela, asociadas a momentos de transición y a momentos en que se concreta un nuevo modelo.

5 de julio de 1811

El Congreso de la República declara la Independencia de Venezuela, pero no es sino hasta el 24 de junio de 1821, bajo una conjunción de Júpiter y Saturno, que se concreta la Independencia del país, en la Batalla de Carabobo.

23 de enero de 1958

Cae la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, y este hecho coincide con el retorno de Saturno al mismo punto donde estaba el 5 de julio de 1811. Luego de la caída del dictador, se inicia una etapa de transición, con la presidencia interina de Wolfgang Larrazábal primero, y Edgar Sanabria, después.

Se hacen elecciones presidenciales en diciembre del 58 y a principios del 59 asume el mando el presidente electo Rómulo Betancourt, todavía bajo los parámetros constitucionales del anterior régimen, pues no es sino hasta 1961, cuando el Congreso promulga una nueva constitución, que se instaura un nuevo modelo democrático, bajo una conjunción de Júpiter y Saturno.

En 1992 ese modelo del 61 ya vive una aguda crisis

El 4 de febrero de ese año ocurre la intentona golpista encabezada por Hugo Chávez. En ese momento no nos dábamos cuenta que había comenzado una transición.

Ese período de transición que trajo el derrumbe del modelo político (cuyo síntoma más claro fue el descalabro electoral de los partidos tradicionales, AD y Copei) abarca la destitución del presidente Carlos Andrés Pérez en el 93, el mandato interino de Ramón J. Velásquez, la llegada al poder nuevamente del ex presidente Rafael Caldera (que se deslinda del partido que fundó, Copei, y se lanza en forma independiente y con apoyo de partidos de izquierda), la liberación de Chávez por parte de Caldera, la llegada de Chávez a la presidencia por vía del voto popular en 1998, la convocatoria y elección de una Asamblea Constituyente…

Todo esto forma parte de una transición, que nos llevó a la promulgación de una nueva Constitución, refrendada por voto popular; la nueva carta magna contemplaba la relegitimación de poderes, dejando sin efecto a todos los poderes públicos electos en el 98 bajo los parámetros de la vieja constitución.

Julio de 2000

Se realiza la mega-elección donde quedan electos todos los poderes públicos (presidente, poder legislativo, gobernadores, alcaldes etc.) que comienzan funciones bajo la normativa de la nueva carta magna, y esto ocurre bajo una conjunción de Júpiter y Saturno.

Como vemos, el ciclo de estos astros ha funcionado como un reloj, con toda puntualidad, en las etapas históricas de nuestro país.

Vivimos actualmente una transición

Que viene acompañada de un nuevo retorno de Saturno al punto donde el país lo tiene desde el 5 de julio de 1811. Los momentos más intensos de esta transición los viviremos en julio, agosto y septiembre.

Las energías de este ciclo de transición son altamente favorables para que se produzca un cambio de gobierno y se instaure uno nuevo, bajo este parámetro de transitoriedad.

La Constituyente planteada en estos momentos y que conllevaría a una nueva carta magna, desde el punto de vista astrológico, no ha sido lanzada en un buen momento, no responde a un ciclo histórico, es una acción forzada y que no va acorde al ciclo natural que marcan Júpiter y Saturno, por tanto, desde mi punto de vista, independientemente de que logre o no logre instalarse, sus decisiones (si llega a instalarse, lo cual es difícil) no tendrán efecto ni aplicación.

Estamos en una transición que los mismos astros están marcando; se palpa en el ambiente que estamos en una transición y los ciclos planetarios no hacen más que corroborarlo; en este tiempo son propicios los cambios en las cúpulas de poder, son propicios los gobiernos de transición que produzcan transformaciones graduales.

Una nueva conjunción de Júpiter y Saturno se producirá a finales de 2020 y principios de 2021; en ese tiempo sí sería propicia la conformación de un nuevo modelo político, una Constituyente, una nueva constitución o una reforma a la actual. Por lo pronto, estemos atentos a las señales del cielo que anuncian transición, tenemos tres meses intensos por delante…

Astrólogo Pedro Gonźalez Silva