El 28 de diciembre no es solo una fecha más en el calendario. Marca un momento histórico y profundamente conmovedor: la tragedia de la matanza ordenada por Herodes el Grande en Belén.
Herodes y la Matanza de los Inocentes
El verdadero origen del Día de los Inocentes
En aquellos tiempos de Israel bajo el gobierno de Herodes, los magos del Oriente, posiblemente sacerdotes medos y expertos en astrología, llegaron a Jerusalén. Su conocimiento de una «ciencia de los ciclos» los llevó a prever un acontecimiento crucial: el nacimiento del futuro rey de Israel.
Este evento, según se cree, coincidió con una alineación planetaria excepcional alrededor del año 6 a.C.
Siguiendo las estrellas y apoyándose en profecías del Antiguo Testamento, como la que se encuentra en Números 24:17, que habla del surgimiento de un nuevo rey marcado por una estrella en Israel, estos sabios persiguieron su visión hasta encontrar al niño, a quien reconocieron como rey a través de ofrendas simbólicas.
La llegada de los magos y sus preguntas sobre el nacimiento del futuro rey de Israel causaron gran inquietud en Herodes. Temeroso de perder su poder y conocido por sus acciones despiadadas, incluyendo el asesinato de miembros de su propia familia, Herodes vio en esta profecía una amenaza directa a su reinado.
Buscando asegurar su posición, Herodes consultó a los líderes religiosos y eruditos de Israel, indagando en las Escrituras para conocer el lugar profetizado del nacimiento del nuevo rey. Su obsesión por la seguridad de su trono lo llevaría a tomar medidas extremas, marcando así un episodio trágico en la historia.
En su afán por eliminar al supuesto futuro rey de Israel, un rival político en su mente, Herodes no dudó en sacrificar la vida de innumerables niños menores de dos años.
No se sabe con certeza el número exacto de niños asesinados por órdenes de Herodes. Según la tradición, unos 30 niños murieron a manos de soldados romanos.
Este acto desesperado de Herodes, intentando eliminar al Mesías después de sentirse engañado por los magos, se convierte en un símbolo atemporal de la crueldad contra los inocentes.
Más allá de las bromas
El Día de los Inocentes como reflexión sobre la protección infantil
Con el paso del tiempo, el Día de los Inocentes ha adquirido un cariz más ligero en algunas culturas, convirtiéndose en una jornada para realizar bromas y jugarretas inofensivas. Este giro hacia lo humorístico contrasta con el trasfondo histórico y sombrío de la fecha.
En esta fecha, se rinde homenaje a todos aquellos niños inocentes que han sido víctimas de violencia e injusticia a lo largo de la historia. Es un recordatorio crudo de que los más pequeños a menudo sufren las consecuencias de los conflictos y problemas sociales.
Esta conmemoración nos invita a tomar conciencia de la vulnerabilidad de los niños frente a los horrores del mundo, ya sea violencia, abuso o explotación. Es un llamado a la acción para proteger a la infancia y trabajar por un futuro más justo y seguro para ellos.
Nos desafía a preguntarnos cómo estamos contribuyendo a construir un mundo mejor para las generaciones venideras. Educar, apoyar y garantizar los derechos humanos de los niños es fundamental para su desarrollo y bienestar.
Este día es una oportunidad para valorar el papel crucial de la familia en la protección y el desarrollo de los niños. Como adultos, tenemos la responsabilidad de brindarles un entorno amoroso y seguro, guiándolos hacia un futuro prometedor.
La Iglesia católica, por su parte, aprovecha esta fecha para recordar a los niños «asesinados antes de nacer» y reflexionar sobre la santidad de la vida desde su concepción.